La preocupación y a veces la desesperación van cediendo paso a una cierta tranquilidad para los españoles que tienen algún familiar que vive o está destinado en Haití. Aunque todavía es pronto para determinar que no hay ninguna víctima española en terremoto porque queda una media docena de españoles que no han podido ser localizados. Es el caso de la monja María Pilar Pascual, nacida en Falces, un pueblo navarro de poco más de 2000 habitantes. María Pilar lleva 35 años destinada en Haití trabajando con niños y enseñando a coser a las mujeres.Mari Cruz, su hermana, asegura que "no está tranquila hasta que no hable con ella", espera su llamada. Mientras tanto, recuerda los buenos momentos observando las fotografías que tiene con su hermana.Esa misma sensación de desasosiego se vive en la localidad segoviana de La Granaja. Pilar Juárez formaba parte de la delegación diplomática de la UE en Puerto Príncipe y aún no ha dado señales de vida.El alcalde de La Granja, José Luis Vázquez, ha confiado en las gestiones que está llevando a cabo el Ministerio de Asuntos Exteriores para dar con el paradero de esta vecina del municipio, que se encuentra entre los posibles desaparecidos en el terremoto de Haití.En Puerto Príncipe se busca también a una cooperante y a una policía española. El resto del contingente de Policía y Guardia Civil de la misión de Naciones Unidas y de los residentes españoles está localizado.