El secretario de Estado Vaticano, el cardenal Angelo Sodano, afirmó, dirigiéndose al Papa Benedicto XVI durante la misa del Domingo Santo, que la Iglesia no se dejará influenciar por los "chismorreos" sobre los abusos sexuales a menores cometidos por algunos sacerdotes. Es la primera vez en la historia reciente que alguien se dirige al Pontífice durante las celebraciones de Semana Santa. Este cambio es significativo de la presión que está sufriendo la Santa Sede debido al escándalo de abusos sexuales y que implica, por omisión en la atribución de responsabilidades, al propio Benedicto XVI. Sodano calificó a Joseph Ratzinger como la roca sólida que sostiene a la Iglesia. El Papa otorgará la tradicional bendición 'Urbi et Orbi' al final de la ceremonia, y no está claro si hará referencia o no al escándalo de los abusos. Los actos del Domingo de Resurrección se han visto empañados por las acusaciones de encubrimiento por parte de la Iglesia de varios casos de abusos hace varias décadas. Sin embargo, la Santa Sede ha negado haber encubierto el escándalo sexual que afectó a 200 jóvenes en EEUU.