Ya son al menos 300 personas las que han muerto y 8.000 están heridas tras el terremoto de 6,9 grados registrado anoche al noroeste de China. El temblor sorprendió a muchos vecinos en sus casas, por lo que se cree que podría haber muchas más víctimas bajo los escombros. En algunas de las localidades afectadas, el 90 por ciento de las viviendas han quedado destruidas.