La culpa de más del 20% de los accidentes es de las distracciones y muchas se deben a la mala señalización. Hay señales ocultas por las ramas; otras que anuncian giros imposibles. CiU ha pedido una auditoria para analizar todas las señales de las carreteras y que se cambien las que exceden los 15 años. Muy pronto el Congreso debatirá una proposición para renovar las señales de tráfico que, en ocasiones, más que indicar, molestan y confunden. La intención es que se lleve a cabo una auditoría de todas las señales de tráfico porque las hay verdaderamente peligrosas.