El Patronato de Altamira ha acordado reabrir esta cueva prehistórica, que desde hace ocho años permanece cerrada al público. Será a partir de 2011 cuando se pueda volver a contemplar esta maravilla pretérita. Cuando estaban abiertas al público, sólo 8.000 personas podían admirarlas cada año. En esta ocasión, las visitas también serán restringidas y se distribuirán de forma escalonada en el tiempo. El patronato quiere seguir manteniendo así los límites de conservación exigidos para estas pinturas del paleolítico, de 14.000 años de antigüedad.