Intercambio de tiros entre la Policía brasileña y un grupo de narcos más propio de una película de acción. Huyendo de las fuerzas de seguridad, la banda se refugia en este hotel. En pleno centro de Río de Janeiro. Los huéspedes asomados a los balcones de su habitación no entienden qué ocurre. Dentro, los delincuentes han tomado como rehenes a 30 trabajadores del hotel y cinco turistas. Tras horas de negociaciones, la operación termina con final feliz para los secuestrados. La madre de uno de los nueve detenidos se echa a llorar frente al hotel. La Policía repasa la zona palmo a palmo por si alguno hubiese logrado escapar. Ninguno de los rehenes ha resultado herido, aunque una mujer que no se sabe si pertenecía a la banda ha muerto en el enfrentamiento entre la Policía y los delincuentes.