El Congreso ha dado el visto bueno definitivo a la reforma laboral y el PSOE ha conseguido rechazar cinco de las enmiendas que fueron introducidas en el Senado por otros grupos. Termina así un proceso que comenzó el 16 de junio con la aprobación, sin consenso, de un real decreto-ley. Aunque el debate se centraba exclusivamente en las enmiendas, todos los portavoces han aprovechado para expresar una posición global sobre la reforma. A excepción del PSOE, el reproche al Gobierno ha sido unánime por parte de todas las fuerzas políticas. Finalmente, el decreto-ley respeta el texto pactado por PSOE y PNV que concreta las causas económicas para el despido objetivo con 20 días de indemnización, que podrá justificarse por pérdidas "actuales o previstas" o la "disminución persistente del nivel de ingresos".