Benedicto XVI volvió a aprovechar hoy su visita a Reino Unido para expresar su "profunda pena" por el "crimen indescriptible" de los abusos a menores perpetrados por miembros de la Iglesia. Ha sido durante la eucaristía que ha celebrado ante miles de fieles en la catedral de Westminster. El Papa lamentó "el inmenso sufrimiento causado por los abusos a menores, especialmente cuando se producen en el marco de la Iglesia y por parte de sus ministros". Entre los presentes estaban el ex primer ministro Tony Blair y su esposa. Mientras proseguía la misa en Westminster, cientos de manifestantes se congregaron para protestar contra la visita del Papa y contra los abusos, con una marcha por el centro de Londres. La tercera jornada de Benedicto en Reino Unido había comenzado con una reunión privada con el primer ministro británico, David Cameron. Se espera que a última hora de la tarde acudan unos 100.000 fieles a Hyde Park, donde el Papa celebrará una vigilia.