Ya es difícil comprar una casa pero más difícil es reconstruir un hogar cuando lo pierdes. En esa situación están cada vez más españoles, sólo en el primer semestre, los desahucios judiciales han aumentado un 40 por ciento. Escondidos en un trastero viven, por ejemplo, Máximo y su familia. 800 euros de paro no dan para algo más digno. Por su parte, a Miguel, cocinero desempleado, se le han acabado todas las prestaciones. Sólo le dejan cobijarse en un cajero. Antes, vivía en este coche abandonado. Crisis, paro, pobreza. La misma ecuación que ahoga a Loli, con tres hijos. Ahora trabaja, pero todo se lo lleva el banco. Así que ya le han subastado el piso. Un drama, el del desahucio, en el que han coincidido 25 mil familias en el primer semestre de este año.