70 mujeres fueron asesinadas a manos de sus parejas en 2008. De ellas, 54 no habían denunciado nunca a su agresor. Para muchas de ellas, acudir a un juzgado o a un retén de Policía y contar que están siendo maltratadas es una tarea imposible. Por vergüenza o por miedo, la cifra de mujeres que no han contado nunca su historia es aún muy elevada. La creación de Unidades Especilizadas en Violencia de Género pretende derribar la barrera de la desconfianza entre el policía y la víctima.