El ex primer ministro pakistaní y líder opositor Nawaz Sharif ha sido puesto bajo arresto domiciliario en su casa de Lahore, en Pakistán. "Sabed que es posible que me detengan", avisaba a los seguidores de su partido. Él era consciente de que esta medida podía tomarse. No es casualidad. La detención llega horas antes de que se produzca la protesta contra el Gobierno convocada para este lunes en Islamabad, la capital del país. El Ministerio del Interior ha negado el arresto, aunque frente a la casa de Sharif es evidente la presencia de agentes antidisturbios y barricadas policiales. Un dispositivo completo para hacer de la casa de Sharif una cárcel temporal. Miembros del partido de Sharif, la Liga Musulmana-N, se han reunido frente a la vivienda del líder opositor para mostrar su rechazo al encierro y expresar con cánticos que "vivos o muertos" no abandonarán el lugar hasta que sea levantado el arresto. El hermano de Sharif y los líderes de los otros dos partidos convocantes de la protesta y destacados abogados han recibido también esta madrugada orden de arresto domiciliario.