Es la enfermedad invisible. El impulso incontrolable de comprarlo todo gastando incluso hasta lo que no se tiene.Clara no compra por frivolidad ni capricho. El comprador compulsivo tiene serios trastornos de conducta a los que después se suman los remordimientos por haber derrochado más de la cuenta. "Compran cosas innecesarias y las acumulan, luego se sienten culpables", asegura el psicólogo Manuel Lage.Para estas personas, ésta es una de las épocas más duras del año. Enfrentarse a las rebajas pone a prueba su autocontrol. La ansiedad que sufren se trata como si de una adicción al juego se tratase.Sólo un uno por ciento de la población española padece oniomanía. Y el perfil más común suele corresponder al de una mujer de entre 20 y 65 años con un nivel económico y cultural medio-alto.