El Ayuntamiento de Pinseque contaba con todos los permisos para celebrar los encierros, pero muchos se preguntan por que había niños dentro del recorrido. Gimy iba acompañando a sus dos hermanos, todos menores de 16 años...los tres saltaron la valla sin que ni vecinos ni policía les advirtieran del peligro. Era la primera vez que el niño fallecido, rumano de diez años y huérfano de padre, asistía a las fiestas del pueblo. Su madre, empleada doméstica, no estaba presente cuando fue embestido por la vaquilla. La muerte del pequeño ha teñido de luto este pueblo que nunca había vivido una tragedia similar, pero donde imprudencias como ésta, se repiten año tras año. Una decena de policías se encargaban ayer de controlar a las tres mil personas que participaban en los encierros.