A la habitación 516 no paran de llegar amigos. Todos quieren animar a "el cajeta", como apodan cariñosamente a Fran, en honor al pan de arroz de Bolivia donde nació. Está aturdido por los calmantes pero animado a pesar de todo. Vive en España desde hace dos años y medio. Su último empleo, en una panificadora de Gandía donde trabajaba sin contrato 12 horas al día por 600 euros al mes. En ella ha perdido el brazo y el empresario se negó a auxiliarle. Algunos vecinos que compraban esta mañana en la tienda que aún mantienen abierta defienden a los hermanos Rovira. La secretaria de Estado de Inmigración ha anunciado que el Gobierno va a estudiar la posibilidad de regularizarle.