Necesitaban urgentemente bajar al enfermo de la montaña de Montserrat. El excursionista había tenido una lipotimia con riesgo de sufrir una cardiopatía. La ambulancia estaba al pie de la montaña, pero la enfermera propuso bajarlo en el tren cremallera para evitar colapsos de tráfico. Ahí empezó el problema ya que les querían cobrar el billete pese a la gravedad del paciente y la necesidad del traslado. Según Ferrocarriles de la Generalitat la discusión se produjo porque el traslado se debería haber hecho por ambulancia o helicóptero medicalizado tal como marca el protocolo de los servicios médicos de Montserrat.