El ministro de Defensa de Brasil ha sido el encargado de confirmar la noticia. Los materiales metálicos y no metálicos encontrados a más de mil kilómetros de la costa brasileña son del Airbus desaparecido el pasado lunes con 228 personas a bordo. Aviones del ejército brasileño divisaban ayer en esta zona un asiento, una boya naranja, una mancha de queroseno y restos blancos del fuselaje repartidos en un radio de unos cinco kilómetros. Según estas informaciones, el aparato de Air France habría caído en aguas del norte de Brasil, cerca de las islas deshabitadas de Sao Pedro y Sao Paulo, a unos 650 kilómetros del paraíso natural de Fernando de Noronha. Desde allí se gestiona la búsqueda.Las casi nulas esperanzas de encontrar a alguien con vida precipitan los actos de homenaje como el minuto de silencio en la asamblea francesa. Para hoy se espera una misa multitudinaria en la catedral parisina de Notre Damme. En Brasil, se han decretado tres días de luto mientras comienzan a desvelarse las historias personales de los ocupantes del avión. Entre ellas, la de una madre de origen sueco. Tenía la costumbre de viajar separada de su familia por miedo a un accidente. El domingo no cambió y decidió viajar sin su esposo y con uno de sus dos hijos. Estaba en el Airbus desaparecido.