Donde ayer había carteles de etarras hoy los operarios de limpieza no dejaban ni uno. Con agua o con pintura han hecho desaparecer las caras de presos terroristas con las que la izquierda abertzale había empapelado el casco viejo de Bilbao en plenas fiestas. Sin embargo los violentos anoche quemaron dos cajeros en la misma zona.