En Francia, la Policía sigue trabajando en los zulos de ETA localizados en distintos puntos del país. Son siete escondites repletos de material para fabricar bombas lapa, explosivos y armas. Las fuerzas de seguridad han hecho su agosto. En apenas tres días han desmantelado buena parte de la estructura logística del aparato militar de ETA, una de las operaciones más importantes contra la banda. Operación que sigue abierta. Los investigadores bucean en la documentación incautada, en los ordenadores y material informático que guardaban los considerados responsables de este órgano vital del monstruo etarra. Los tres, Aitzol Etxaburu, Andoni Sarasola y Alberto Machain, que se unió recientemente al grupo, aguardan en París su comparecencia ante el juez. Mañana a las seis se agota el plazo de 96 horas desde su detención, el miércoles, en Le Corbier. Arresto que, con el mapa, ha llevado a la localización, de momento, de siete zulos. Casi media tonelada de explosivos repartida entre los primeros, en Ferrières, Hèlette y Camplong y, los hallados ayer, en Plaussenous-Vieussan, Ferrals-les-Montagne y Minerve. El cuarto se dará a conocer una vez que se extraiga su contenido. A la espera de saberlo, con estos descubrimientos, las fuerzas de seguridad han intervenido a ETA en Francia y España en lo que va de año diez bombas lapas ya preparadas y una tonelada larga de explosivos. La mitad, en abril en un garaje de Grenoble. A eso hay que sumar 30 armas cortas, un subfusil y 5.000 cartuchos.