"Creo que servirá para algo, pero los extremos nunca son buenos"; "a mí me da igual, yo lo que quiero son otras cosas"; "a mi la consulta no me va, yo sólo quiero paz y tranquilidad"; o "yo no voté porque pienso que no son tiempos de tantos extremismos, hay que ser más flexibles" son algunas de las declaraciones de los vecinos de Arenys de Munt tras el referéndum celebrado ayer sobre la independencia de Cataluña. La consulta contó con una participación del 41,01%.