Dramático desalojo de un campamento de extranjeros en Francia. La Policía ha detenido entre gritos, puñetazos, patadas y lágrimas a 278 inmigrantes que se refugiaban en el campamento de Calais. Entre los detenidos hay menores que no han podido evitar a las fuerzas del orden a pesar de la fuerte oposición de los grupos defensores de los derechos humanos. De hecho, la Policía ha tenido que enfrentarse contra los cooperantes para poder llevarse a los indocumentados. Este desalojo era un objetivo del Gobierno Sarkozy. Según el ministro del Interior francés, Eric Besson, se trataba de algo necesario ya que "era el campo de base de los traficantes".