La canciller Angela Merkel junto con los actuales líderes mundiales ha cruzado hoy uno de los símbolos de la Alemania dividica, la puerta de Brandemburgo. Allí se ha celebrado la llamada "Fiesta de la Libertad", organizada para conmemorar los 20 años de la caída del Muro de Berlín. Algunos de estos políticos han mostrado signos de cansancio en una jornada plagada de discursos. De despertarlos se han ocurpado la Staatskapelle berlinesa, Daniel Baremboin y Plácido Domingo. Después, más discuros. Hasta el del gran ausente, Barak Obama, al que se ha visto y oído por dos pantallas gigantes. Hasta llegar al momento con más poder simbólico de la jornada. El polaco Lech Walesa, uno de los que ayudaron a derribar el telón de acero, golpeaba la primera de las mil piezas de dominó gigantes situadas en el mismo espacio que ocupó el muro. En la mente de todos, lo rápido que cayó también otra barrera que durante décadas se nos presentó como eterna.