Padang iba a ser destruida por un terremoto y no era un mal presagio. Los geólogos tenían sobre aviso a esta ciudad construida sobre una zona de máxima tensión sísmica. El temblor de ayer ha sepultado en vida a miles de personas. Cientos de edificios no han soportado la fuerza del terremoto. Ni siquiera el hospital donde se hacinan cientos de heridos a los que atienden como pueden bajo una lluvia que no ha dejado de caer desde entonces. Al primer terremoto le siguió otro provocando un éxodo frenético, los equipos de emergencia luchan por rescatar a los que han quedado atrapados. Ahora toca las identificaciones y las reconstrucciones desde cero, aunque ellos saben que habrá una próxima vez. De eso aquí no tienen ninguna duda.