El adiós de Prodi se consumaba pasadas las nueve de la noche en el palacio presidencial. El ya ex primer ministro presentaba su dimisión ante el jefe de Estado, Giorgio Napolitano, que iniciará las consultas para formar un nuevo Ejecutivo. Hacía realidad lo que el Senado le pedía a gritos y en las votaciones horas antes.
Una votación que no se libró de la bronca y de los fuertes insultos. La mayor parte para este senador que proclamaba su libertad para votar a favor de Prodi y en contra de los intereses de su partido. Sus mismos compañeros le recriminaron su actitud con fuertes descalificaciones e incluso escupiéndole. El resultado: La sesión parlamentaria suspendida diez minutos y el senador acusado trasladado en camilla por un desmayo. Esta tarde se decide el rumbo del país entre dos opciones, crear un gobierno interino o convocar nuevas elecciones, que según las