La tercera jornada de la Pasarela Cibeles de Madrid estuvo protagonizada por la colección de la diseñadora, Amaya Arzuaga. Su firma es inconfundible por el uso de los volúmenes. Arzuaga usa juegos geométricos en sus diseños que recuerdan a la papiroflexia y los colores son brillantes y en ocasiones, reflectantes.
Por el contrario, la colección de Lydia Delgado es de un claro culto al "vintage", con riqueza de sedas, flecos, flores, cintas y largos collares.