Un calor asfixiante en Barakaldo hacía que el presidente subiera sin chaqueta. Sus primeras palabras eran para reconocer que su ley contra la violencia de género no ha sido suficiente y para prometer que si es reelegido en la primera semana de gobierno convocará a los presidentes autonómicos de todos los partidos para hacer un plan conjunto de lucha sin cuartel contra la violencia de género. Ante la plana mayor de los socialistas vascos, aseguraba que ha dado lo mejor de si mismo para intentar acabar con ETA y pedía el voto a los vascos para seguir intentándolo. Las huellas del calor eran más que evidentes en su ropa después de 30 minutos en el escenario.