Las autoridades brasileñas han mandado de regreso otro ciudadano español más en un aeropuerto de Fortaleza, en el noreste del país, en medio de la crisis diplomática de inmigración entre ambos países.Un agente de inmigración del aeropuerto ha dicho al turista español Gerard Llorene, que planeaba pasar tres semanas en Brasil, que no poseía el mínimo dinero requerido para entrar, o pruebas de la reserva de un hotel.