Unas 600 personas recibieron con piedras e incluso tirando vallas y al grito de "asesino" al principal acusado por la muerte de la menor de cinco años Mari Luz Cortés a su llegada a la Audiencia Provincial de Huelva desde la provincia de Cuenca, de donde partieron por la mañana.
A la llegada del furgón policial se desató la ira y los vecinos lanzaron piedras, botellas, palos y las propias vallas.
La policía cargó para dispersar a los vecinos, algo que no hizo más que crispar los ánimos de los manifestantes.