Francia ha ordenado el regreso a casa del avión que tenía preparado para socorrer a Ingrid Betancourt y a otros secuestrados de las FARC. La guerrilla ha dejado claro, a través de un comunicado, que rechaza esta ayuda. Decisión que no ha sorprendido a la familia de la ex candidata a la presidencia de Colombia. Para los rebeldes la misión no estaba concertada.
Sólo es el resultado de la mala fe de Alvaro Uribe, presidente colombiano, hacia el Gobierno francés. Además, consideran los terroristas que el asesianto de su portavoz, Raúl Reyes, hirió de muerte la posibilidad de llegar a un acuerdo humanitario.A pesar de todo, el Ejecutivo colombiano confía en un cambio de actitud. Por eso, continúa el contacto con los presos. Y desde el Elíseo ya han anunciado que el ministro francés de Exteriores viajará a la región. Ahora toca evaluar la situación y dar la orden del nuevo rumbo.