Un hombre mantuvo anoche en vilo durante tres horas a los vecinos de su vivienda en Sevilla y a la Policía. Amenazaba con hacer explotar una bombona de butano, aunque finalmente, se entregó voluntariamente a la Policía.
Asustada por las amenazas, su propia familia se encerró en una de las habitaciones del piso. Los agentes tuvieron que establecer contacto por móvil porque el hombre había desconectado todos los teléfonos de la casa.
La Policía se preparó para actuar en el peor de los escenarios y los vecinos esperaban nerviosos el desenlace.
Tras dos horas de negociación, el hombre depuso su actitud y abrió voluntariamente la puerta.
Fue detenido y como tiene antecedentes psiquiátricos ha sido conducido al Hospital para ser sometido a un examen.