Han pasado 19 años desde que Carme Chacón decidió que su vida iba a pasar por la política, pero seguramente no imaginaba que su carrera sería tan vertiginosa.Con tan sólo 18 se hizo miembro de las Juventudes Socialistas; 10 años después ya ocupaba el sillón de primer teniente de alcalde en Esplugas de Llobregat. Esa localidad, pegada a Barcelona, la vió nacer, crecer como persona, y convertirse en ministra. Allí -como ella misma reconoce- tiene una hipoteca igual que la de tantos jóvenes de su edad.Barcelona le ha dado las mayores alegrías y el mejor respaldo a su carrera. Repitió en el Congreso tras las elecciones de 2004 siendo número 2 en las listas. Y desde los escaños se alzó hasta la Tribuna nombrada Vicepresidenta Primera. Pero no terminó ahí la legislatura.Como miembro de la Ejecutiva Federal, Chacón es una de las personas de mayor confianza de Zapatero, y por ese motivo le ha propuesto retos que otros no pudieron alcanzar: pensó en ella para abaratar los precios de la vivienda y facilitar el acceso a los jóvenes, y 2 meses después Chacón anunció la famosa ayuda de 210 euros para el alquiler.El Ministerio y la campaña electoral le han pillado en uno de los momentos más especiales de su vida: recién casada y embarazada. El pan bajo el brazo que le ha traído su pequeño ha sido uno de los mejores resultados de la historia en Barcelona: Carme Chacón, como número 1 por la Ciudad Condal, ha arrastrado 16 diputados imprescindibles para la investidura de Zapatero.Ahora Chacón no sólo será la primera ministra de Defensa de la historia, será también la primera ministra que cogerá, en pleno verano, una baja de maternidad.