Los problemas de muchas empresas no vienen de fuera, ni de la crisis financiera, sino que residen en el interior. Según un estudio, enfermedades como el insomnio o la depresión, cada vez más comunes, repercuten directamente en las cuentas de los negocios. Entre otras cosas, porque suponen el cuarenta por ciento de todo el tiempo que se pierde en los trabajos.Trabajar con fatiga o dormirse en la oficina cuesta cinco veces más que su tratamiento. Por eso se recomienda apostar por el capital humano. Por cada 290 dólares que la empresa invierte en su personal, se obtienen mil dólares de ingresos. Una inversión segura con alta rentabilidad.