Con estas caras salían los jugadores del Barcelona a entrenar esta mañana en La Masía. Y es que el empate de anoche sin goles ante el Espanyol deja a los azulgrana casi sin opciones de ganar la Liga. Para olvidar las penas ligueras, el equipo de Frank Rijkaard quiere centrarse en la Liga de Campeones y dar una alegría a su afición. El Manchester United de Cristiano Ronaldo es un rival ideal para levantar el ánimo y el penúltimo escollo de los culés para levantar la Champions en Moscú. Para el choque ante los ingleses los jugadores piden un último esfuerzo a los suyos.