Se repite la historia de un grupo de jugadoras de lotería a las que les toca un premio y luego no lo pueden cobrar porque una de ellas tiene el boleto y no lo quiere repartir.Esta vez ha ocurrido en Burjassot (Valencia). El pasado viernes, en el sorteo de la ONCE fue premiado el 60.616, número que jugaban seis amigas de la localidad. Cada una de ellas tenía uno de los décimos: 36.000 euros por boleto.Pero la suerte quiso que a uno de ellos, el de la serie 109, le correspondiera seis millones de euros, el 'cuponazo'. Saltándose el pacto verbal (no escrito) que tenían, la afortunada ya ha comunicado que no piensa repartirlo. Las cinco amigas restantes han acudido a los tribunales. Por lo pronto, el juez ha congelado la cuenta donde estaba depositado el dinero del premio.