Un embarazo complicado y un parto prematuro sumieron a Asunción en una profunda depresión durante cinco meses. "No podía darles de comer, estar sola, me daba mucho miedo, por ejemplo, el primer baño de mis hijos no lo hice porque me daba miedo por si se me caían. Yo le decía a mi madre "esta situación me supera".Una de cada diez mujeres sufre la depresión postparto, pero lo más común y que afecta a 2 de cada 3 mujeres es un estado de melancolía temporal. "Es la llamada Maternity Blues: estamos sensibles, tres o cuatro días postparto cualquier cosa nos emociona, es un estado lloroso". Hay casos extremos sobre todo cuando la mujer ya padecía un trastorno previo al parto. "Es la típica situación en que la mujer ve al niño como un diablo. Si esa tristeza se convierte en "no tengo ganas de vivir", hay que actuar: hay que aislarla del bebé".La vigilancia del entorno es fundamental para detectar todos estos casos y para ayudar a la mujer en su recuperación.