Un grupo de españoles ha sido testigo de la catástrofe que afecta a Myanmar. Tuvieron que huir precipitadamente del país a causa del ciclón Nargis y ellos mismo recogieron con sus cámaras la magnitud de la tragedia.Aseguran que el ruido del viento era impresionante y que desde las ventanas del hotel, donde estuvieron confinados durante día y medio, se podía ver volar tejados y carteles publicitarios.Hasta tres veces intentaron llegar al aeropuerto, pero tuvieron que dar marcha atrás ya que las carreteras estaban inaccesibles.Saben que el número de víctimas no deja de aumentar.