Son dos danzas que vienen ya de la Edad Media y que siguen conservándose en Redondela. Se trata por un lado de la Danza de las Espadas, con similitudes a otros bailes de este tipo difundidos por toda Europa en la época medieval. En ella son los jóvenes de la localidad los que realizan una danza simulando ser los marineros de Redondela que celebran su victoria sobre un dragón. Lo hacen entrelazando sus espadas mientras tocan las castañuelas y forman diversas figuras. Junto a ellos bailan las llamadas "Penlas". Son dos niñas elegantemente vestidas, de unos 3 o 4 años que bailan suspendidas sobre los hombros de dos mujeres, llamadas "burras". Ellas agarran a las niñas sólo por dos cintas que le salen de la cintura. La historia de la tradición es confusa y apunta varias teorías, que mezclan la parte religiosa de la fiesta con la profana celebración de la primavera, pero la versión más extendida es que el dragón (o la Coca, como se le conoce aquí) se quedó asombrado al ver bailar a estas niñas y por eso los marineros de Redondela pudieron acabar con él. Ahora ellas bailan subidas a los hombros de la burras, alegres y tirando besos, felices por la victoria. La fiesta incluye además la procesión religiosa de la Virgen, por encima de las alfombras de flores que durante toda la noche elaboraron las mujeres del pueblo y que incluyen diversos motivos relacionados con el mundo vegetal o la propia historia y tradiciones de Redondela.