En la base estadounidense Guantánamo comenzó ayer la primera vista judicial contra varios acusados de participar en los atentados del 11 de Septiembre de 2001. Entre los acusados está Jalid Sheij, considerado el cerebro de los ataques. En sus primeras declaraciones ante el juez, el acusado ha dicho que renuncia a un abogado y que quiere ser condenado a muerte. Pretende así convertirse en un mártir. La misma petición han realizado los demás acusados. El juicio, pese a las peticiones de retrasarlo, comenzará en septiembre.