Decenas de miles de madrileños se reunieron en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid para disfrutar con la victoria de España. Tras los nervios iniciales, todo el pabellón explotaba con el golazo de Fernando Torres. Solo era cuestión de que pasaran los minutos para celebrar el mayor éxito del fútbol español en los últimos 44 años y la fiesta pronto se trasladó a las calles de Madrid: la Puerta de Alcalá, Cibeles, Colón, Callao, todo el centro de la capital se vio invadido por la marea roja que lo llenó todo de cánticos y celebraciones: "Campeones, campeones". Una auténtica explosión de felicidad que para muchos todavía no ha terminado.