Unas 3.000 personas han asistido al funeral de los cuatro miembros de la familia que murieron ayer en la localidad murciana de Yecla, después de que el padre asesinara con un arma blanca a su esposa y a sus dos hijos y se disparara con una escopeta.Los cuatro féretros llegaron a las 11 de la mañana en tres coches fúnebres, procedentes del tanatorio en el que los cuerpos fueron velados anoche, a la iglesia de la Purísima de Yecla.Entre los asistentes se encontraban también el alcalde de Yecla, Juan Manuel Benedito, que ayer declaró tres días de luto en el municipio. Los vecinos que asistieron al funeral comentaron, muy emocionados, que nadie se explica lo ocurrido.