Tres potentes focos delimitan en la pista el lugar de la tragedia.  Desde ahí, bomberos, Guardia Civil y otros servicios de emergencia han estado toda la noche yendo y viniendo. Los últimos esfuerzos se han centrado en el arroyo adyacente, en donde cayó parte del fuselaje. Unos buzos de la Guardia Civil están examinando el agua. De hecho ahí y en el cercano río Jarama se han recuperado algunos de los cadáveres. En el lugar del siniestro y durante toda la noche ha permanecido un equipo de rescate. Las labores de rastreo se han extendido en un radio de un kilómetro, ya que el avión se partió en varios trozos que quedaron desperdigados por el lugar. Hoy, con la primera luz del día, un equipo de bomberos retomará los trabajos para tratar de localizar otros restos humanos que podrían haber quedado atrapados debajo del fuselaje de la aeronave.