En Tailandia, los enfrentamientos entre partidarios y contrarios al Gobierno han provocado al menos un muerto y más de 40 heridos. El primer ministro, contra el que protestan miles de ciudadanos desde mayo pasado, ha declarado el estado de excepción en la capital, Bangkok, y asegura que no dimitirá a pesar de los diversos actos en su contra y las acusaciones de corrupción.