Luis Conde estaba pasando dos días de vacaciones en la residencia militar de Santoña, Cantabria. Horas antes de su regreso a su pueblo, los asesinos le quitan la vida. Un destino truncado a los 46 años de edad. Una mujer que se queda viuda y un hijo que se queda, por una acción terrorista, sin padre. Militar por convencimiento, brigada, procedente de Segovia y más concretamente del barrio de San Lorenzo. Los vecinos recibieron ayer la noticia con mucha tristeza y en su agencia de viajes recuerdan lo que Luis disfrutaba viajando. Su hobbie era conocer mundo. Santoña fue su último viaje. Estaba destinado en la Academia de Artilleria de Segovia, su hijo es alumno de la academia. Seguirá los pasos de su padre.