Las imágenes que grabaron las cámaras de seguridad del metro han sido presentado como prueba en el juicio. Para la fiscalía no hay lugar a dudas de que el acusado es el culpable. Además hoy se ha mostrado muy inquieto y tras el visionado de imágenes estaba muy nervioso. Los forenses que le examinaron aseguran que sufre esquizofrenia, pero que en el momento de la agresión sabía perfectamente lo que hacía. Aún así, su enfermedad ha sido considerada como un atenuante por fiscalía y acusación particular, que han rebajado tres años la petición de condena. Solicitan para él 14 y 17 años de cárcel respectivamente.