Varios conocidos de los dos jóvenes acusados de quemar viva a una indigente en un cajero de Barcelona en 2005 aseguraron hoy que anteriormente los dos implicados ya habían agredido a otros mendigos en la calle. En la sesión de esta tarde en la Audiencia de Barcelona una amiga del colegio explicó que los jóvenes "despreciaban" a los indigentes, aunque Oriol P.S. "tenía fama de buena persona". Una conocida del otro acusado, Ricard P.B., admitió que había visto al chico en videos gravados en un teléfono móvil agrediendo a personas, pero nunca lo vio en directo. De Oriol también dijo que solía pasar desapercibido. Finalmente, otro amigo de los acusados admitió que insultaban y tiraban huevos a los indigentes que encontraban en la calle y que en una ocasión quitaron un carro a una 'sin techo'. Esta tarde también declararon cuatro peritos especializados en productos inflamables citados por la defensa que no pudieron concluir si los jóvenes rociaron o no a Rosario E.P. Los expertos consideraron que no hubo tiempo material, aunque se encontraron restos del líquido en la mujer que les hacen dudar. Además, debido a la intensidad y violencia del fuego, el jersey polar que llevaba "desapareció, quedó cenizas", con lo que no se pudieron analizar mucho más los restos. Lo que sí determinaron los peritos es que había relativamente poco disolvente en el bidón, si bien destacaron que con un litro ya podían haber causado la explosión y el incendio que mató a la mendiga. Igualmente también apuntaron que el disolvente estaba "sucio", por lo que es muy probable que hiciera días que estaba en la calle, donde lo encontraron. La ignición del líquido se debió a una chispa o un cigarrillo, según ellos, lo que concuerda con la hipótesis más probable de que fue una colilla la que prendió el fuego. Uno de los peritos explicó que las llamas llegaron tras una "explosión, no deflagración", iniciada a un metro del expendedor del cajero y que en el habitáculo se llegaron a alcanzar los 400 o 500 grados de temperatura. Junto a los peritos, los magistrados y abogados pudieron visionar varias veces y a cámara lenta las imágenes gravadas por las cámaras de seguridad del cajero, en las que se pueden ver a los tres jóvenes entrando en el cajero, con el bidón de disolvente y casi inmediatamente una gran explosión y fuertes llamaradas.Una trabajadora del Equipo de Atención a la Infancia y la Adolescencia (EAIA) del distrito de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona explicó cómo atendió a Oriol desde enero de 2003 hasta que fue mayor de edad debido a problemas familiares.