37 segundos han tardado los dirigentes del PP en el Congreso en repartir doctrina. Es el tiempo entre el encendido de una solitaria luz amarilla... (la de la abstención) y el reparto a sus diputados de un comunicado para aclararles que las relaciones con UPN se han "suspendido".Los presupuestos no necesitaban una abstención para salir adelante, pero todos intuían las consecuencias.En reuniones de última hora se había intentado evitar lo inevitable.Uno, Carlos Salvador, se ha abstenido por la gobernabilidad en Navarra: "Puede que ahora vivamos un momento malo, pero estoy seguro que de aquí saldremos fortalecidos", decía. Y el que ha votado con el PP, lo ha hecho por UPN: "Para poder recomponer lo que quede de ese acuerdo del año 1991", explicaba Santiago Cervera.De momento el pacto PP-UPN está suspendido por parte de los populares hasta que los navarros digan 'inequívocamente' si quieren continuar. Y UPN les ha devuelto la pelota: les piden que expliquen el alcance de esta situación y si quieren volver al pacto. Mientras, el presidente del partido -Miguel Sanz- sigue desde Argentina la evolución de los acontecimientos.