El gobierno holandés ha decidido mandar un mensaje de calma a los mercados y ha salido al rescate del grupo ING. En una rueda de prensa conjunta el Banco Central de Holanda (DNB), el ministerio de Finanzas neerlandés e ING, han anunciado una inyección de 10.000 millones de euros para reforzar la solvencia del primer banco en internet del mundo. De esta forma, la Haya pasa a formar parte de la entidad aunque sin derecho a voto.Con esta inyección estatal de capital se intentan aplacar los nervios que surgieron el viernes cuando se adelantaron las primeras pérdidas trimestrales en la historia de ING.