Mikel Garikoitz Aspiazu, alias "Txeroki", firmaba su ascenso como jefe militar de ETA hace cinco años. Fue con la detención de Gorka Palacios Alday y la posterior, en octubre de 2004, de los antiguos líderes Mikel Antza y Soledad Iparaguirre, alias Anboto. De 35 años de edad, Txeroki se hacía con el control de los comandos etarras tras destacar por su violencia en numerosos actos de kale borroka y ser miembro del complejo Vizcaya. Él fue quien disparó supuestamente a los dos guardias civiles asesinados en la localidad francesa de Capbretón el 1 de diciembre del año pasado. Así se lo confesaban a las fuerzas antiterroristas dos de los cuatro miembros del comando Nafarroa desarticulado en Pamplona este mes de octubre. A ellos les llegó a instruir en este caserío de Hendaya el mismo Txeroki. Bajo su sello están la mayoría de atentados terroristas de los últimos cinco años. Él ordenó la colocación de la bomba en la terminal 4 de Barajas que le costó la vida a dos ciudadanos ecuatorianos. También fue responsable de dirigir el atentado fallido con una furgoneta, cargada con más de 500 kilos de cloratita, que tenía previsto explotar en Madrid días antes de las elecciones generales de 2004. Antes de estas órdenes, él mismo, según la policía pudo ser el autor del asesinato del juez José María Lidón en noviembre de 2001. Su detención era primordial para las fuerzas de seguridad.