Los comandos del ejército indio han abierto fuego en tres lugares distintos en los que se han registrado los atentados. En el Taj Majal ya no quedan rehenes, pero buscan terroristas ocultos en el interior del edificio. Hombres armados con rifles y granadas que podrían estar atrincherados u ocultos entre los huéspedes que aún permanecen inmóviles en sus habitaciones esperando a la policía. La policía recorre habitación por habitación en busca de algún terrorista. En el Oberoi siguen atrapados en sus habitaciones dos empresarios españoles. Más de 100 personas han muerto en esta cadena de atentados en la India.