A la espera de nuevas manifestaciones previstas para hoy, la situación amaneció tranquila en Grecia después de dos días de graves disturbios como reacción a la muerte de un joven en Atenas por los disparos de un policía.El país ha vivido en las últimas 48 horas los peores disturbios sociales de los últimos 25 años y la tensión remontó el domingo con una manifestación de unas 10.000 personas.La Policía arrestó a 22 personas y siete de ellas, sospechosas de ocasionar los disturbios, quedaron detenidas. Las autoridades calculan que más de 30 grandes almacenes y pequeñas tiendas fueron completamente destruidos en el centro de Atenas.También han sido detenidos los dos agentes implicados en la muerte que ha desatado las protestas, uno acusado de asesinato, y el otro, de colaboración.