Hace una semana que la Direcció General de Atenció a la Infancia y la Adolescencia expulsó a 13 jóvenes subsaharianos del centro de menores 'El Bosc' donde vivían. Según la Generalitat, éstos 13 chicos, procedentes de Ghana y Gambia, tienen más de 18 años. Se basan en pruebas radiológicas de su mandíbula y su muñeca. Pero según sus pasaportes, son todos menores. Desde su expulsión, la Cruz Roja les facilita una pensión para dormir y comida. Pero sólo lo hará hasta finales de enero. Si les consideran menores, el estado tiene la obligación de cuidarlos hasta la mayoría de edad. En cambio, como mayores de 18, están en situación irregular. No tienen permiso para vivir ni trabajar aquí. Mientras, estos chicos asisten a clases de castellano y de orientación laboral. Tienen miedo de acabar durmiendo en la calle y no poder trabajar para enviar dinero a sus familias. Desde el Casal d'Infants del Raval piden que se documente a estos chicos para que puedan encontrar trabajo.